Llegamos a Pekin ya cansados y con muchos kilómetros encima. El hotel que reservamos era uno de los más caros, pero resultó ser muy bonito.
El 161 Hotel queda en una zona muy céntrica de Pekin, a unas calles de la zona comercial de Wanfujing, zona que no conocíamos.
En la estancia anterior nos alojamos en un hostal en la zona de Qianmen, muy bonita y muy diferente de donde estábamos ahora.
El hotel nos costó unos 980 yuanes las 3 noches, incluyendo el desayuno que vale aclarar estaba muy bueno!
Aprovechamos estos últimos días para hacer las compras que no habíamos podido hacer y sobre todo para visitar los lugares que no habíamos visitado en nuestra primera estancia.
Como el Rober ya había visitado la gran muralla, yo me contraté una excursión en minibus y fui a pasar el día. Probablemente no es la mejor alternativa a la hora de ir a visitar la gran muralla China, pero en ese momento si fue la opción que más me cuadraba, no quería perderme en autobuses y pasar el día buscando la muralla jajajaja.
La excursión vale unos 300 yuanes, e incluía una visita a las tumbas de los emperadores Ming, la comida, unas 2 horas de estancia libre en la muralla y la visita a las tiendas de Jade, de seda y de Té.
A la hora de elegir la excursión te dan opciones de a qué parte de la muralla quieres ir. Yo elegí Mutianyu, que queda a unos 90 kilómetros de Pekin, y suele estar un poco menos llena de gente que la más cercana a la ciudad llamado Badaling.
En éste sector de la muralla hay opciones para subir y bajar. Siempre esta la más económica que es subir por las escalinatas a pie, pero también esta la opción de subir en telesilla y bajar en tobogán. Por supuesto yo elegí esta última.
Les cuento un poco de historia:
La construcción de las primeras murallas se realizó en el año 220a.C, debido a las constantes invasiones de tribus nómadas que se producían en la región.
Estas tribus de bárbaros venían del norte, de Mongolia.
Con la unificación de China, bajo el mandato del emperador Qinshihuang, se decidió unir los tramos existentes de la muralla, para lo que se empleó a un millón de trabajadores forzados, que dieron forma a la Gran Muralla de 6 kilómetros que conocemos hoy en día.
Pero éste sistema de defensa no fue infalible, y en muchas ocasiones las tribus del norte se apoderaron del imperio.
Ya en la dinastía Ming, se realizaron trabajos de reconstrucción, y durante 200 años se repararon los tramos de la muralla para reforzarlos.
Aunque no fue un método infalible, la gran muralla contribuyó a la defensa de China. Tenían un sistema de vigilancia que, mediante señales, comunicaba las noticias a la capital a toda velocidad.
Ya de vuelta al hotel y habiéndome reencontrado con Rober (que se había caminado medio Pekin), fuimos a cenar a una zona que nos encantó. Es al norte de Dongsi, en la calle Dongsimen Inner, donde por la noche se pueden ver millones de farolitos rojos en las aceras de los restaurantes y allí tuvimos una de las mejores cenas de todo el viaje!!
Al día siguiente fuimos al fin a la Ciudad Prohibida. No recuerdo el precio de la entrada, pero rondará los 100 yuanes y otros 100 si quieres la audio-guía.
El recorrido dura unas cuantas horas, y al pasar de pabellon en pabellón uno se va cansando un poco, ya que puede ser un tanto repetitivo. Y por sobre todo muuuy lleno de gente!
Aún así les digo que por supuesto vale la pena visitarlo.
El Palacio Imperial o Ciudad Prohibida, fue la residencia oficial de los últimos 24 emperadores de China. Se le llama ciudad prohibida debido a que sólo el emperador, las concubinas, los miembros de la familiar real y los eunucos a su servicio, podían vivir en éste recinto.
Ocupa 72 hectáreas y es el mayor palacio imperial del mundo. Aparte está rodeado de una muralla de 10 metros de altura y una fosa.
Nosotros dimos unas cuantas vueltas hasta que nos perdimos y al final hasta estábamos contentos de haber salido de allí jejejej. Tanto que le sacamos una foto al cartel de salida jajajajaja.
Ya por la noche volvimos a la zona comercial cerca del hotel y allí encontramos un gran mercado de comida!! nos encantó!! y así terminó nuestro recorrido en Pekin, viendo como los chinos comen alacranes y cosas por el estilo jejejeje.
El 161 Hotel queda en una zona muy céntrica de Pekin, a unas calles de la zona comercial de Wanfujing, zona que no conocíamos.
En la estancia anterior nos alojamos en un hostal en la zona de Qianmen, muy bonita y muy diferente de donde estábamos ahora.
El hotel nos costó unos 980 yuanes las 3 noches, incluyendo el desayuno que vale aclarar estaba muy bueno!
Aprovechamos estos últimos días para hacer las compras que no habíamos podido hacer y sobre todo para visitar los lugares que no habíamos visitado en nuestra primera estancia.
Como el Rober ya había visitado la gran muralla, yo me contraté una excursión en minibus y fui a pasar el día. Probablemente no es la mejor alternativa a la hora de ir a visitar la gran muralla China, pero en ese momento si fue la opción que más me cuadraba, no quería perderme en autobuses y pasar el día buscando la muralla jajajaja.
La excursión vale unos 300 yuanes, e incluía una visita a las tumbas de los emperadores Ming, la comida, unas 2 horas de estancia libre en la muralla y la visita a las tiendas de Jade, de seda y de Té.
A la hora de elegir la excursión te dan opciones de a qué parte de la muralla quieres ir. Yo elegí Mutianyu, que queda a unos 90 kilómetros de Pekin, y suele estar un poco menos llena de gente que la más cercana a la ciudad llamado Badaling.
En éste sector de la muralla hay opciones para subir y bajar. Siempre esta la más económica que es subir por las escalinatas a pie, pero también esta la opción de subir en telesilla y bajar en tobogán. Por supuesto yo elegí esta última.
Les cuento un poco de historia:
La construcción de las primeras murallas se realizó en el año 220a.C, debido a las constantes invasiones de tribus nómadas que se producían en la región.
Estas tribus de bárbaros venían del norte, de Mongolia.
Con la unificación de China, bajo el mandato del emperador Qinshihuang, se decidió unir los tramos existentes de la muralla, para lo que se empleó a un millón de trabajadores forzados, que dieron forma a la Gran Muralla de 6 kilómetros que conocemos hoy en día.
Pero éste sistema de defensa no fue infalible, y en muchas ocasiones las tribus del norte se apoderaron del imperio.
Ya en la dinastía Ming, se realizaron trabajos de reconstrucción, y durante 200 años se repararon los tramos de la muralla para reforzarlos.
Aunque no fue un método infalible, la gran muralla contribuyó a la defensa de China. Tenían un sistema de vigilancia que, mediante señales, comunicaba las noticias a la capital a toda velocidad.
Ya de vuelta al hotel y habiéndome reencontrado con Rober (que se había caminado medio Pekin), fuimos a cenar a una zona que nos encantó. Es al norte de Dongsi, en la calle Dongsimen Inner, donde por la noche se pueden ver millones de farolitos rojos en las aceras de los restaurantes y allí tuvimos una de las mejores cenas de todo el viaje!!
Al día siguiente fuimos al fin a la Ciudad Prohibida. No recuerdo el precio de la entrada, pero rondará los 100 yuanes y otros 100 si quieres la audio-guía.
El recorrido dura unas cuantas horas, y al pasar de pabellon en pabellón uno se va cansando un poco, ya que puede ser un tanto repetitivo. Y por sobre todo muuuy lleno de gente!
Aún así les digo que por supuesto vale la pena visitarlo.
El Palacio Imperial o Ciudad Prohibida, fue la residencia oficial de los últimos 24 emperadores de China. Se le llama ciudad prohibida debido a que sólo el emperador, las concubinas, los miembros de la familiar real y los eunucos a su servicio, podían vivir en éste recinto.
Ocupa 72 hectáreas y es el mayor palacio imperial del mundo. Aparte está rodeado de una muralla de 10 metros de altura y una fosa.
Nosotros dimos unas cuantas vueltas hasta que nos perdimos y al final hasta estábamos contentos de haber salido de allí jejejej. Tanto que le sacamos una foto al cartel de salida jajajajaja.
Ya por la noche volvimos a la zona comercial cerca del hotel y allí encontramos un gran mercado de comida!! nos encantó!! y así terminó nuestro recorrido en Pekin, viendo como los chinos comen alacranes y cosas por el estilo jejejeje.
Así termina nuestra gran aventura en China y mi primera vez en Asia, pero sin duda no la última.
Gracias Babichu por dejar testimonio escrito de este maravillosos viaje.
Es genial recordar los momentos que pasamos por esos sitios tan extraños.
Deberías incluir un post nuevo titulado "rarezas" para describir el tema sobre inodoros chinos, las "cosas" comestibles estilo pollo al petardo frito, esa costumbre tan guay del pijama, la... ¿policia?, el láser fosforito azul de la foto y lo mas importante de todo... ¿Que paso en ese Jacuzzi? y ¿Donde demonios estaba yo? :)
Un gran trabajo Babi, sigue así! Yo me ocupo de seguir dándote mas experiencias para escribir muchos mas viajes!
que espectacular ciudad! como me gustaria ir y conocer sus costumbres y sitios fabulosos.
ahora estaba buscando vuelos a Natal por trabajo.. quizas puedo despues darme una escapada por ahí, son muchas horas en avión pero vale la pena