Solo teníamos 3 días así que salimos de noche para no perder nada de tiempo. Y llegamos a Arriondas, desde donde se comienza a hacer el descenso del Río Sella. Arriondas es un pueblo muy pequeñito, pero que se ha hecho muy famoso por la cantidad de gente que va a hacer este descenso; por lo que está lleno de empresas para alquilar kayaks. Elegimos la primera que encontramos y al río!!!
Son tres las paradas que hay para finalizar el recorrido, y por supuesto nosotros llegamos hasta la última, que suma en total unos 19 kilómetros de río.
Cansados y con hambre volvimos al pueblo ( te llevan en miniautobuses) y salimos rumbo a Ribadesella, ya en la costa cantabrica.
Allí visitamos la playa que estaba llenísima de gente y buscamos un camping, pero el que había no nos convenció y salimos rumbo a Llanes, otra pequeña ciudad al borde del Cantábrico.
Allí acampamos en una pequeña colina que hay asando el pueblo, que se llama Entreplayas si mal no me acuerdo; no salía muy barato creo que unos 15€ por persona, pero estaba muy bien. Recorrimos un poco la ciudad, que es muy pequeñita, pero tiene un muelle muy lindo, con bloques de cemento que forman un rompeolas, pintados de todos colores, super llamativos. También tiene un río que cruza la ciudad en medio y le da un toque muy particular.
Al día siguiente visitamos las playas de la zona, entre ellas una muy extraña que se llama Gulpiyuri, que fue declarada monumento natural por el Principado de Asturias, (Se trata de una pequeña dolina formada sobre la rasa y cerrada al mar por un acantilado, aunque está comunicada con él a través de una cueva que permite el paso de las mareas y del oleaje).
En esa playa nos encontramos con una cabra a la que convidamos con cacahuetes y se hizo amiga jajajajaj
Bueno el paseo siguió hasta Cantabria, donde visitamos San Vicente de la Barquera, y nos quedamos en un camping al otro lado del río, bien cerquita de las playas!!
San Vicente es una ciudad muy turística y llena de bares y restaurantes donde comer Parrillada de Mariscos....huuu tenían una pinta, pero el precio no era muy asequible, así que optamos por unas buenas pastas.
En este lugar parece haber mucha fiesta y mucha gente joven va a vacacionar allí.
Al día siguiente visitamos las playas de Suances, la playa de los locos y la playa de la concha.
Quisimos visitar también las cuevas de Altamira, pero están cerradas desde hace ya bastante al publico, aunque se creó una imitación, la que se puede visitar en determinados horarios y hay bastante gente. En fin, que no entramos porque había que esperar mucho y no teníamos casi tiempo.
Al salir de las cuevas decidimos ir hasta Santander, donde almorzamos y dimos un paseo por la costanera.
Este fue el ultimo destino de ese viajecito de tres días en el norte de España.
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